La vida de Audrey Tang es simplemente increíble. Comenzó a programar (sin ordenador) a los 8 años. Autodidacta, pasó su adolescencia fundando startups en Silicon Valley. Hacker apasionada del software libre, decidió “jubilarse” a los 33 para dedicarse por completo al activismo social a través de la tecnología. Conocida como la primera ministra transgénero del mundo, ella se identifica como “post-género”.
Créditos: CC BY 4.0 Camille McOuat @ Liberation.fr
Una vida atípica
A los 8 años descubrió la programación a través de libros en su casa. Como no tenía ordenador, decidió dibujar un teclado en un papel y teclear allí el código. “Aprendí programación sin una máquina. Es muy educativo: la programación se convirtió en ese momento en una forma de pensar”.
Sus padres no tardaron en comprarle un ordenador de verdad. El primer programa de Audrey Tang no se hizo esperar: un juego educativo para su hermano pequeño.
A miles de kilómetros de Taiwán, en el CERN, el laboratorio de física de partículas en Suiza, se inventaba la web. Tang la descubrió poco después de que se lanzara al público, con solo 12 años. Aunque antes ya se conectaba a internet, la web lo facilitaba todo mucho más: “de repente se me hizo evidente que podía aprender todo lo que quería directamente de los investigadores.” Tang contactó a varios de ellos, que le contestaron con entusiasmo.
Después de esto, Tang pensó que aprender el mismo tipo de cosas en el instituto le llevaría años. No tardó en convencer a sus padres y al director del instituto que la mejor opción para ella era estudiar desde casa.
Activista del software libre
A los 15 años Tang fundaba su primera startup, un buscador de letras de canciones en mandarín. Eran los años 90, la era de “las punto com”. Audrey se mudó a Silicon Valley, donde creó y luego vendió varias startups. También trabajó como consultora para varias de las grandes empresas “tech”.
Eran años emocionantes en los que se estaban forjando todo tipo de comunidades en la web. Tang estaba activa en muchas de ellas y quería poder aportar en ellas. Además de todas sus contribuciones al software libre, tradujo al mandarín varios libros de programación y se involucró en Wikipedia, Freenet… Como programadora fue impulsora de decenas de proyectos. Dice del movimiento open source que en él descubrió “un espacio seguro donde aprender los unos de los otros, más que imponer nuestros deseos a otros. Los resultados no son perfectos, pero no pasa nada”.
A los 33, Audrey decidió retirarse: “puede parecer extraño, pero hay que pensar que me había saltado el instituto y la universidad y llevaba ya 20 años trabajando.” Su objetivo era dedicarse por completo al activismo.
La revolución de los Girasoles
En 2014 se produjo en Taiwań la Revolución de los Girasoles , algo así como un “15M”. La población, en especial las personas más jóvenes, se organizaron para protestar contra la opacidad del gobierno. El detonador fue la firma de un acuerdo comercial con China, que parte de la población vio como una amenaza a la democracia taiwanesa.
Estudiantes ocuparon el parlamento y se movilizaron a través de las redes sociales, utilizando el símbolo del girasol, símbolo de la esperanza, como su emblema. En esas primeras horas Tang colaboró en el parlamento con tareas más logísticas, como colocar cables y altavoces. Más de medio millón de personas se manifestaron, con cámaras cada 500 metros emitiendo todo. Tang cree que la clave de que fuera una “revolución” tan pacífica es que todo se estaba filmando. Tanto policias como manifestantes sabían que decenas de miles de personas les observaban en directo.
Pronto se implicó de la forma que pensaba que podía aportar más, organizándose con un grupo de hackers para canalizar el debate a través de una web: g0v. Desde esta web se transmitían debates, se guardaban las transcripciones y se facilitaba mediante visualizaciones que se entendieran temas más complejos, como los presupuestos. En menos de 24 horas ya había 9000 personas activas en la web, discutiendo sobre políticas de educación, trabajo, salud… Todo el código detrás de esta web era open source.
Finalmente el gobierno echó marcha atrás y anunció que el acuerdo con China no sería firmado. Los manifestantes se retiraron. Aún así, el gobierno decidió pedir ayuda a Tang y otros hackers para evitar que algo así pudiera volver a ocurrir. Querían herramientas digitales para poder escuchar. En 2016 Tang fue nombrada Ministra Digital de Taiwán.
En este video podéis ver su charla TED “Digital Social Innovation to Empower Democracy” en TEDxVitoriaGasteiz.
Una “anarquista conservadora” y post-género
Audrey Tang se define a sí misma como una “anarquista conservadora”. Dice que no lo ve contradictorio. La parte conservadora viene de querer mantener la “anarquía en internet” que ha visto durante más de 20 años. Para ella la anarquía no es una utopía, un sueño, sino algo que ha visto ya en el “mundo virtual”.
Conocida como la primera ministra trangénero del mundo, ella se identifica como “post-género”: “Esto significa que no creo que deban haber cosas específicas que solo un género debería de hacer. La idea es valorar a las personas por sus valores en lugar de por su apariencia”.
Y desde Kaleidos, nuestro pequeño homenaje es esta ilustración, por nuestro diseñador Juan de la Cruz, dentro de la serie de pioneras en tecnología.
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