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El hackathón multitudinario #VenceAlVirus visto desde Kaleidos y Taiga

Como muchas de las iniciativas que están surgiendo estas semanas de crisis del COVID-19 en España, esta también comenzó con un mensaje de Telegram. En concreto de Marcos García, director de Medialab-Prado en Madrid. Hacía 2 semanas, el sábado 14 de marzo, Marcos me había metido en un grupo de Telegram llamado FrenaLaCurva y el resto es historia para ser contada en otra ocasión, así que, precisamente por eso, con una gota de sudor frío recorriendo la sien me vi respondiendo afirmativamente a la pregunta “Hola, Pablo. ¿Taiga se podría usar para un gran hackathon?””

Landing de la plataforma de gestión de proyectos Taiga en taiga.io.

Un hackathon es un evento organizado para hacer confluir a mucha gente con objetivos comunes a la vez y en un corto periodo de tiempo con la esperanza de que surjan proyectos potentes. La “promesa” de la mayoría de los hackathones es que siempre salen auténticas perlas que merecen la pena proteger y alimentar a partir de entonces.

Horas más tarde estábamos (en un incómodo all-male panel, hay que decirlo) con personas vinculadas a la Consejería de Ciencia, Universidades e Innovación de la Comunidad de Madrid a través de diferentes entidades, todas absolutamente volcadas en crear y facilitar algo realmente útil1. La premisa básica era convocar a toda la ciudadanía a que durante un fin de semana se agrupase en equipos de al menos dos personas en torno a ideas para combatir al COVID-19. Las ideas podían ser tecnológicas o no, no había un formato encorsetado ¿cómo tenerlo cuando no hay manuales que seguir en una crisis como ésta?

Mi contribución fue doble en esas primeras reuniones. Por un lado, compartir la experiencia de Kaleidos organizando hackathones (los más conocidos son nuestras PIWEEKs semestrales) y subrayar las preguntas importantes ¿criterios de valoración? ¿equipo humano de mentorazgo? ¿propiedad de los trabajos? Por otro, explicar las bondades de la plataforma open source de gestión de proyectos Taiga, surgida a su vez de un hackathón.

¿Qué riesgos veíamos desde Kaleidos?

Siendo absolutamente sincero, tenía dos preocupaciones con el hackathón #VenceAlVirus (aparte de los plazos tan apretados para organizarlo en condiciones). Ambos los compartí con el equipo impulsor. El principal era que optaran por herramientas propietarias para la gestión del hackathon. El segundo, que la Consejería y la Comunidad de Madrid trataran de capitalizar políticamente la iniciativa. Debo decir que comprendieron perfectamente esos “concerns”, que dicen los ingleses, pero no fue hasta 48h después que me llegó el mensaje de que finalmente habían optado por Taiga como plataforma y que presentarían la iniciativa con origen en un ecosistema.

Una de las razones principales para seleccionar Taiga de entre muchas plataformas candidatas había sido “Queremos potenciar la continuidad de los proyectos tras el hackathon y nos parece mejor idea apostar por una plataforma de gestión de proyectos que por una de gestión de eventos/hackathones”.

Pero ¿qué otras fortalezas habíamos descubierto sobre la marcha que hacían Taiga una plataforma especialmente diseñada para hackathones masivos?

Taiga tiene en su concepción la idea de proyecto privado y de proyecto público

Como Taiga quería dar a conocer proyectos abiertos, ideó el concepto de proyecto público tan habitual en plataformas de repositorio de código como Gitlab o Github pero tan raro de ver en plataformas de gestión de proyectos en sí. Más aún, tiene una landing llamada DISCOVER que muestra un listado de todos los proyectos públicos con diferentes rankings y permite filtrar por aquéllos que además de ser públicos buscan activamente a más gente.

Una vista de la landing de Discover de Taiga en #VenceAlVirus.

Taiga es multilingüe y multidisciplinar

Taiga está traducida a 22 idiomas y podía sentirse más cercana para todo el mundo participante. Además, Taiga nació con la idea de equipos multidisciplinares en contraste con las plataformas “solo para megatechies”. Y si algo era este hackathon era un llamamiento a la multidisciplinaridad y al trabajo en equipo con contextos y habilidades muy diversos. No en vano, Taiga se usa en más de 150 países por más de 1M de personas.

La vista de histórico de un proyecto si elegimos como idioma el persa.

Taiga permite un uso hipersimplificado o altamente sofisticado de sus funcionalidades

Dado que para mucha gente, seguramente la mayoría, iba a ser su primera “experiencia” con una plataforma de gestión de proyectos, ésta debía poder ofrecer una cara muy amable para gestionar las tareas y los equipos. Al mismo tiempo, quienes desearan explorar funcionalidad más compleja, podían activar tantos módulos funcionales como desearan. Se habló de crear una plantilla de proyecto dentro de la primera aproximación con tareas ya creadas para facilitar un arranque relativamente cómodo y usando exclusivamente un tablero KANBAN.

Taiga permite exportar e importar proyectos completos entre instancias de Taiga

Si en un hackathon masivo tienes que prometer que los proyectos van a ser en todos los casos propiedad de sus autoras, no te queda otra que probarlo de alguna forma y qué mejor manera que permitiendo exportar el proyecto completo en un formato estándar y poder importarlo (opcionalmente) en cualquier otra instancia de Taiga, ya fuera Taiga.io o una instancia privada, con la garantía de seguir empleando software libre para ello. Cierto es que la mayoría de los proyectos no tendrán continuidad como tales más allá del hackathón pero hay que garantizar esta continuidad para los que sí tengan vida más allá independientemente de los proyectos “seleccionados” de forma especial por el hackathon.

Puesta en marcha en tiempo récord

Dado que en el equipo de Kaleidos estábamos en la semana previa al hackathon lanzando Frena La Curva Maps en 6 países de América Latina y en Portugal, vivíamos esta contribución con cierto estrés. Afortunadamente, Jesús Espino, co-fundador de Kaleidos, ex-kalders y ex-core developer de Taiga, se prestó inmediatamente para asumir todo el trabajo de despliegue y configuración junto con Manuel Carro de IMDEA, sin duda la persona de referencia con la que hemos interactuado esta última semana. En todo el discurso Open Source yo había insistido en acompañar a Taiga de Mattermost, una plataforma de chat para organizaciones que iba a facilitar toda la comunicación interna del equipo organizador y de los propios equipos inscritos. Y como Jesús trabaja en Mattermost de Full-Stack Engineer, se volcó igualmente con la instalación y configuración de Mattermost.

KANBAN en Taiga del proyecto FrenaLaCurva Maps en donde gestionamos las tareas desde Kaleidos

Adicionalmente, por parte de Taiga activamos al equipo de soporte oficial para atender peticiones tanto técnicas como funcionales y por parte de Mattermost me consta que Jesús se vio arropado por otros compañeros de la empresa. Finalmente, preparamos una serie de videotutoriales especialmente diseñados para el hackathon que se convirtieron una playlist clave para facilitar el empleo de una plataforma novedosa para la mayoría de la gente.

Todas las expectativas se superan

Algo concebido y preparado en tan poco tiempo y al mismo tiempo con el concurso de tantas personas e instituciones iba o a tener éxito o a fracasar realmente rápido. Yo creo que cuando el martes 31 de marzo se anunció al público el hackathon, todos éramos conscientes de que había muchísima incertidumbre sobre los datos de participación. Los días anteriores se barajaban hasta 1500 personas inscritas aunque yo internamente en Kaleidos hablaba de “entre 1000 y 1500” para gestionar mis propias expectivas.

Landing del hackathon VenceAlVirus.

Esas 1500 personas se superaron en las primeras 24h y estábamos aún a 3 días de arrancar oficialmente el hackathon. Luego 2000, 2500, 3500, 5000… finalmente 7100 personas y más de 700 proyectos. Tuvimos algunos problemas técnicos con Taiga y con Mattermost pero realmente nada reseñable. El trabajo de Jesús junto con Manuel Carro y su equipo demostró que estaba todo bien preparado y que la tecnología iba a quedarse como un telón de fondo para darle el protagonismo al trabajo en sí de los equipos, que fue siempre la prioridad.

¿Y qué hay de los proyectos en sí? ¿Cómo se han gestionado en el hackathon?

Cuando consigues que la tecnología sea un medio y no el fin en sí mismo, te puedes permitir centrarte en trabajar y sacar adelante tus ideas. Como yo no participé con un proyecto propio en el hackathon, pregunté hoy a gente que sí había estado totalmente comprometida con su proyecto en el hackathon y me han desvelado cuestiones muy interesantes de cómo lo han vivido desde dentro. Prefiero mantener la opinión anónima en parte porque el hackathon aún sigue.

«Los canales de mentores y ayuda parecían un ‘zoco turco’, muy desorganizado pero efervescente y con gente muy muy motivada […]. En nuestro equipo tuvo incidencia clave las varias sesiones de mentoría con XXXX, nos ayudó a sintetizar, a salirnos de nuestros sesgos y a ver con ojos de alguien externo, superútil […]. El rollo remoto funcionó bien e incluso las sesiones de comienzo de día con charlas de la organización fueron bienvenidas, servían para energizar un poco todo […]. Bastantes dudas sobre los entregables, pero las mentoras estuvieron al quite, digamos que donde falló la documentación los humanos dieron lo mejor […] y como idea interesante, buscar soluciones en una situación de emergencia no significa necesariamente buscarlas PARA la emergencia. En nuestro caso llevamos a la conclusión de que estábamos haciendo una herramienta no para la situación covid, sino para el mundo post-covid […]. Algo así como empezar a trabajar para la Nueva Normalidad.»

Reflexión final

No tener cargas familiares me está “permitiendo” volcarme con iniciativas de todo tipo y reconozco que este hackathon me llamó muy positivamente la atención, hasta el punto de obsesionarme con poder contribuir con lo que fuera que Kaleidos pudiera aportar, ya fuera experiencia, sensibilidad con algunas cuestiones o directamente tecnología para solventar ese capítulo cuanto antes. A través de Taiga y con la inestimable de Jesús Espino, que se movilizó inmediatemente, pudimos aportar en la infraestructura de una iniciativa pública, un gran hackathon, dándole a Taiga un papel hecho completamente a medida 6 años atrás.

Estamos encantados con nuestra participación y deseando ver qué proyectos surgen a partir del hackathon #VenceAlVirus. La Comunidad de Madrid ha presentado ya los 15 mejores proyectos seleccionados del hackathon.


  1. En detalle, me extiendo aquí sobre los participantes. Miembros de la Consejería de ciencia, universidades e investigación de la Comunidad de Madrid (consejero, viceconsejero, directores generales y asesores), de Medialab Prado, de Madrid Innovation-Driven Ecosystem (MIDE), expertos de innovación de CESCE, de la Fundación MadrI+D, de TeamLabs, de la SEGIB y del Instituto IMDEA Software.