Personalmente debo decir que estoy muy asustado. Sé que a muchos nos cuesta imaginar algo que va a ocurrir gradualmente en los próximos 20 o 30 años, acostumbrados a las películas post-apocalípticas en las que el mundo se destruye de un día para otro. Pero eso no hace que sea menos real.
Desde los años 70 del siglo pasado nos vienen hablando de las generaciones futuras, de qué mundo vamos a dejar a nuestros hijos… Pues bien, el momento ha llegado, esos hijos ya han nacido y van al instituto y nosotros mismos ya vamos a ver las consecuencias de lo que llevamos haciendo durante los últimos 80-100 años.
Mientras, los gobernantes no hacen más que montar lamentables espectáculos de circo, que ya hasta perdieron la gracia hace tiempo. ¿Y quienes son los primeros que han reaccionado? Pues esos niños de los que hablaba. Primero fueron los escolares suecos y luego los del resto del mundo. Se plantaron en medio de nuestras televisiones a decir que ya vale, que la emergencia es ya mismo y que los que pueden hacer algo al respecto dejen de comportarse como estúpidos y muevan el culo. Ahora toca el siguiente paso. Movilizarnos todas, y declarar que el problema está aquí, es lo más grave que hay y tenemos que hacer algo. Y a continuación habrá que ponerse y hacerlo…
Por eso apoyo #ClimateStrike. Me veréis en las calles.